La literatura española está de luto. Antonio Gala, uno de los escritores más leídos y admirados de las últimas décadas, ha fallecido este domingo en Córdoba a los 92 años, según han informado fuentes cercanas a la familia. El autor de El manuscrito carmesí, La pasión turca o Anillos para una dama deja un legado de más de 400 obras que abarcan diversos géneros y estilos, desde la poesía lírica hasta el teatro histórico, pasando por la novela erótica o el ensayo filosófico. Su obra se caracteriza por un lenguaje rico y cuidado, una profunda sensibilidad y una visión crítica y comprometida de la realidad.
Una vida dedicada a las letras
Antonio Gala nació en Brazatortas (Ciudad Real) el 2 de octubre de 1930, pero se consideraba cordobés de adopción por haber vivido gran parte de su vida en esta ciudad. Fue un niño prodigio que empezó a escribir a los cuatro años y que estudió varias carreras universitarias, como Derecho, Filosofía y Letras, Ciencias Políticas y Económicas. Sin embargo, su verdadera vocación fue siempre la literatura.
Su primera obra publicada fue el poemario Enemigo íntimo (1959), que obtuvo el accésit del premio Adonáis. Desde entonces, no dejó de escribir y publicar versos, que le valieron reconocimientos como el Premio Nacional de Literatura o el Premio Boscán. Algunos de sus libros de poesía más destacados son Poemas de amor (1974), Testamento andaluz (1976) o Enemigo íntimo: antología poética (2003).
Pero Gala no solo fue poeta, sino también dramaturgo. Su primera obra teatral fue Los verdes campos del Edén (1963), que inauguró una exitosa trayectoria en las tablas que le convirtió en uno de los autores más representados del teatro español contemporáneo. Entre sus piezas más célebres se encuentran Los buenos días perdidos (1972), Anillos para una dama (1974), ¿Por qué corres, Ulises? (1975), Petra Regalada (1980) o Carmen, Carmen (1988).
Aunque Gala se inició tarde en la novela, este género le reportó una gran popularidad entre el público y la crítica. Su primera novela fue El manuscrito carmesí (1990), que ganó el premio Planeta y que recrea la vida del último rey nazarí de Granada, Boabdil. Otras novelas suyas son La pasión turca (1993), Más allá del jardín (1995), La regla de tres (1996) o El imposible olvido (1998).
Además de poeta, dramaturgo y novelista, Gala fue también ensayista, articulista y conferenciante. Colaboró con diversos medios de comunicación, como EL PAÍS o El Mundo, donde publicó columnas sobre temas variados con su habitual ironía y lucidez. También fundó una fundación para jóvenes creadores en Córdoba y participó en varios actos políticos y sociales.
Un legado imborrable
Antonio Gala ha sido uno de los escritores más queridos y respetados por los lectores españoles y latinoamericanos. Su obra ha sido traducida a más de 20 idiomas y ha sido adaptada al cine y a la televisión. Ha recibido numerosos premios y distinciones, como el Premio Andalucía de las Letras, el Premio Nacional de Teatro Calderón de la Barca o el Premio Max al Mejor Autor Teatral en Castellano.
Su muerte supone una gran pérdida para la cultura española, pero también una oportunidad para recordar y celebrar su obra haciendo un repaso a los mejores libros de Antonio Gala. Como él mismo escribió: “No hay muerte si queda la palabra”. Y sus palabras quedarán para siempre en la memoria colectiva.