Alrededor del mundo de cine de terror suelen sucederse películas que tratan de coger el testigo de terror espeluznante, perturbador y místico en torno a adolescentes. Sobre todo empleado en términos de marketing, con titulares que apelan, de un modo más o menos subliminal, a ser las dignas sucesoras de las películas fantásticas clásicas de la talla de Carrie o El exorcista.
A esta fiesta de Halloween con granos y taquillas sangrientas se le une esta nueva cinta, Háblame, la cual agrega un par de apelaciones más, haciendo referencia a que se trata de una película de muy bajo presupuesto (cliché nº2 del cine de terror contemporáneo) grabado por un par de hermanos australianos, Danny Philippou, Michael Philippou.
Sinopsis y tráiler de ‘Háblame’
Al desenfreno clásico de las fiestas de un grupo de adolescentes, amenizadas con weed, sexo y alcohol, se les une un nuevo elemento: una especie de ritual que permite a los vivos entablar comunicación directa con el mundo de los no vivos tras agarrar una mano maldita y entonar unas sencillas palabras.
Aunque parece que reina el desenfreno y los flases de los móviles grabando, la incursión de un muerto en el cuerpo de un joven es el desencadenante de la locura en un grupo de amigos, en especial para una joven que perdió a su madre unos meses atrás.
Crítica de ‘Háblame’
Lejos de quedarse a medio camino entre lo muy gore y desagradable y lo relativamente incómodo, como tantas otras cintas prometedoras con mejor tráiler que película que se estrenan cada año, Háblame es capaz de llevarnos con frescura y originalidad en apenas hora y media a un incómodo tránsito en el que cohabitan humanos y monstruos que hace las delicias de los amantes del género de terror sobrenatural de fantasmas.
Los elementos para ello son claros: una incomodidad para el espectador a base de algo de sangre y vísceras sin llegar a lo repugnante, sustos perfectamente ubicados en desarrollo de la acción y un mal rollo con impactantes escenas que impregna múltiples secuencias y que sostiene la tensión en todo momento.
Pero, sobre todo, si algo hay que destacar, es una genial trama que se queda a años luz del cliché excesivo y que da muestra con vigor de nuevas formas de resolver clásicos nudos argumentales.
El resultado es una fresca película que apunta a nuevo culto entre la generación que prefiere grabar con móvil que mirar y a una nueva saga de terror (Sigue hablándome, No pares de hablar, Háblame otra vez, Sam) que, esperemos, no se desinfle como un globo el día después del cumpleaños, como tantas otras.