En pleno Nueva York, concretamente en el bajo Manhattan, podemos encontrar el epicentro financiero mundial, la calle de Wall Street. Un puñado de edificios capaz de hacer que con un pequeño aleteo de las acciones de las empresas que cotizan en la bolsa de valores del lugar, el mundo entero tiemble.
Y un lugar tan poderoso no podría haber pasado desapercibido de ningún modo para el mundo del cine, ni tampoco para el mundo de la literatura o ni siquiera las mejores series. Pero hoy nos vamos a centrar en el séptimo arte, con una lista de las que pensamos son las 6 mejores películas de Wall Street.
American psycho
Patrick Bateman es el típico yuppie exitoso, con una cara bonita que no para de cuidar cada mañana en el espejo. Pero a pesar de que parece tenerlo todo, es infeliz. Y sólo es capaz de encontrar efímeros momentos de felicidad cuando juguetea con la sangre de sus víctimas. Contiene dos escenas épicas y tronchantes que son historia del cine, las de las tarjetas de visitas y la de las maletas del futuro cargadas de… Bueno, mejor que la veas.
Wall Street (1987)
Un joven bróker sueña con conocer a su ídolo, el magnate de las finanzas Gordon Gekko. Después de su insistencia, y tras ver que puede serle útil para conseguir información clasificada, este le contrata como asistente. Lo que hará que el joven conozca quién es de verdad su héroe. Sin lugar a dudas una de las mejores películas de Wall Street.
El lobo de Wall Street
Basada en los hechos reales que giran en torno al corredor de bolsa y empresario Jordan Belfort. Un tipo que huele el dulce aroma del dinero que rebosa de las puertas de los inversionistas y que funda, sin llegar siquiera a la treintena, su propia agencia de valores, en la que se rodea a él mismo y a sus socios de Ferraris, Lamborghinis, relojes de oro, yates y enormes casas de lujo.
La gran apuesta (2015)
Unos años ante de que la crisis del 2008 estallara en todo el planeta, un grupo de desconocidos fue capaz de vaticinar la estrepitosa caída del mercado de las inmobiliarias. Fue entonces cuando se atrevieron a llevar a cabo lo que entonces era una auténtica locura, invertir en contra del infalible sistema hipotecario.
Hombre de familia (2000)
Una Navidad no es válida ni computa como tal hasta que no se emite en alguna cadena esta película. Un hombre de negocios obsesionado por contar billetes, el lujo, los trajes caros y el trabajo, se despierta en otra vida paralela, en la que trabaja como vendedor de neumáticos y está casado con su antigua novia. El clásico de Dickens Un cuento de Navidad pero con Nicolas Cage y un Ferrari.
La hoguera de las vanidades (1990)
Basada en la homónima novela de Tom Wolfe, cuenta la historia de un reconocido agente de bolsa que ve cómo toda su lujosa vida puede caerse como un castillo de naipes después de que su amante atropelle a un chico de los suburbios en una escapada de ambos.