Hace unos meses adelantábamos el estreno en Apple TV+ de la serie ‘Las gotas de Dios’, y ahora, después de haberla visto, volvemos a hablar de ella porque nos parece una miniserie altamente recomendable. Sobre todo si te apasiona el mundo del vino y te apetece ver una serie que te sumerja en el fascinante universo de las bodegas. Esta interesante serie es una producción franco-japonesa que se estrenó en Apple TV+ en abril de este mismo año, y es una perfecta combinación de drama, misterio y una pizca de romance,. Todo ello ambientado en el apasionante y muchas veces inalcanzable mundo de los viñedos, las bodegas y el vino, creando una experiencia televisiva que casi se puede saborear.
La premisa
La trama de ‘Las gotas de Dios’ gira en torno Camille Léger, interpretada por la talentosa Fleur Geffrier, quien recibe una llamada inesperada tras la muerte de su padre, el famoso crítico de vinos Alexandre Léger. Aunque distanciada de él, Camille descubre que su herencia incluye una extraordinaria colección de vinos. Sin embargo, para reclamarla, debe superar a Issei Tomine, el protegido de su padre, en una prueba para sus sentidos.
Un desafío sensorial
La serie nos sumerge en un emocionante juego de catas y maridajes. A pesar de su aversión física por el vino, Camille acepta el reto. Issei, por su parte, no tiene un camino fácil hacia la victoria. Las tensiones aumentan entre ambos mientras compiten intentando desentrañar los secretos detrás de los caldos y las uvas.
Un Viaje a Través del Tiempo y el Sabor
Lo que hace que “Las gotas de Dios” sea verdaderamente especial es su estructura temporal. La historia se desarrolla en diferentes épocas. Cada capítulo nos lleva a un momento distinto en la vida de Camille, de Alexandre Léger cuando llegó a Japón, y de Issei, su protegido y discípulo favorito. Mientras tanto se van desvelando los misterios detrás del vino y las dinámicas familiares tóxicas que han ido arrastrando durante décadas.
¿Por qué deberías ver ‘Las gotas de Dios’
Por la intriga vinícola: Si te hubiera gustado ser un experto sommelier o simplemente disfrutas con una copa de buen vino, ‘Las gotas de Dios’ te descubren el mundo que hay detrás de las bodegas y las etiquetas. Cada botella de vino esconde una historia, y esta serie te sumerge en los viñedos, las técnicas de vinificación y los secretos que hacen que cada caldo sea único y especial. Desde los viñedos bañados por el sol hasta las cavas oscuras y misteriosas donde los vinos adquieren su identidad propia. La serie te invita a explorar el mundo vinícola desde una perspectiva apasionante.
Por sus personajes complejos: Camille e Issei no solo compiten por el legado vinícola de Alexandre; también luchan contra sus propios demonios internos. Camille con su aversión al vino, se enfrenta a su pasado y a a la figura paterna que la abandonó. Issei, por su parte, carga son la presión de ser el protegido de Alexandre. Sus conflictos personales se entrelazan con las catas y las pruebas, creando una narrativa rica en matices emocionales.
Porque nos invita a realizar un viaje sensorial: Cada episodio es como una copa de vino: notas altas, profundidad y un retrogusto que te deja con ganas de más. La serie utiliza imágenes evocadoras, una música cautivadora y unos diálogos cuidadosamente pensados para transportarte al corazón mismo de la excelencia vinícola. No solo podrás ver como se descorchan las botellas, sino que también sentirás como se abren los corazones de los personajes.
El manga detrás de la serie
La serie ‘Las gotas de Dios’ encuentra su origen en el manga japonés homónimo, también conocido como ‘Kami no Shizuku’. Escrito por los hermanos Yuko y Shin Kibayashi, bajo el seudónimo de Tadashi Agi, y con ilustraciones de Shu Okimoto, este manga comenzó a publicarse en la revista Weekly Morning en el año 2004.
El manga ha sido un verdadero fenómeno entre los amantes del vino y los seguidores de buenas historias. Su éxito trasciende las fronteras japonesas, llegando a países como Taiwán, Hong Kong y Corea. La adaptación televisiva en forma de miniserie ha logrado capturar la esencia del manga y llevarla a la pantalla con maestría, convirtiéndose en una propuesta atractiva tanto para los fanáticos del género como para aquellos que desean adentrarse en el mundo vinícola desde una perspectiva original y única.