Los 400 golpes, película de 1959, es considerada como la gran obra entre las mejores películas de François Truffaut y, aún en la actualidad, más de sesenta años después, es estudiada por su increíble calidad y técnica y argumental en escuelas de cine de todo el mundo.
Argumento de Los 400 golpes
Antoine Doinel es un joven parisino desbordado por todo lo que acontece a su alrededor, sobre todo por su familia y en la escuela. Parece no ser muy querido por sus padres, quienes lo tratan con una dureza poco comprensible. En la escuela es incapaz de siquiera aprobar a pesar de poner en ello todo su empeño y sus constantes travesuras y mentiras no le ayudan absolutamente en nada. Es incapaz de conseguir absolutamente nada de lo que se propone.
Análisis de Los 400 golpes
El argumento, a pesar de su sencillez y simpleza, funciona de un modo perfecto durante toda la película. Truffaut, con el estilo natural y realista que le caracteriza, sin recurrir (ni necesitar) exagerados giros de guion, hacer comprender los problemas que afectan al joven Antoine, los cuales usa como puerta para transportar al espectador a su propia infancia. De hecho aquí está, probablemente, la razón por la que esta película es capaz de provocar todos los sentimientos que provoca en buena parte de las personas que la ven.
La sociedad francesa de la época está perfectamente reflejada. Desde los propios padres, una pareja clásica con un estilo de vida típico de la época: él oficinista de rango bajo en un sistema económico al alza, ella como reflejo de la incorporación de la mujer al mercado laboral, aún en puestos de perfil bajo. Nivel de vida intermedio: casa pequeña en el centro, coche medio, con la adquisición de caprichos pero con dificultades para llegar a final de mes. También en el ocio de los tres: ir al cine del centro de la ciudad el sábado. Todo ello siempre aspirando a más, como se refleja en el comentario del padre haciendo referencia a adquirir una casa mayor.
En cuanto a la escuela, se puede ver claramente el poder que aún tenían los profesores, castigos físicos incluidos, y la influencia que estos todavía ejercían en la toma de decisiones familiares y que a día de hoy nos parecen de otro mundo.
La técnica también es fiel reflejo de lo que vendría posteriormente con Truffaut: buenos planos pero sin llegar a gustarse, con tanta naturalidad que parece que el espectador se mueve entre los alumnos en la clase o por la casa de la familia. Un mínimo intento por lucirse viene dado por algunos travellings en muy contadas ocasiones, y generalemente usados para incentivar el movimiento de Doinel. En resumen, buena prueba de que es uno de los directores de cine más brillantes.
Curiosidades y claves de Los 400 golpes
Aunque poca gente lo sabe, la película tiene una buena parte autobiográfica. El protagonista tiene bastante del propio Truffaut, quien estuvo por un tiempo en un centro de menores y fue detenido y llegando incluso a estar en el calabozo siendo un niño. Puedes aprender más curiosidades como estas en el siguiente vídeo:
Y a ti, ¿qué te pareció la película Los 400 golpes?