Con la llegada, hace ya algunos años, de las plataformas de streaming como Netflix, HBO, Amazon Prime y otras tantas, tenemos a nuestra disposición una gran cantidad de contenido audiovisual.
Películas, series y documentales procedentes de todo el mundo ocupan una oferta cada vez más amplia, y estamos tan acostumbrados a disfrutarlas en nuestro propio idioma, bien sea gracias al doblaje o a los subtítulos, que no somos conscientes del gran trabajo que, por parte de un traductor o traductora profesional, hay detrás.
En qué consiste la traducción audiovisual
La traducción audiovisual abarca diferentes tipos de traducción, aunque los más conocidos son el doblaje y la subtitulación y se diferencian de otro tipo de traducciones porque estas siempre van unidas a las imágenes.
Mediante el doblaje podemos acceder a nuestras películas y series favoritas directamente como si los actores hablaran en nuestro propio idioma. Pero, si lo que nos apetece es disfrutar por completo del trabajo de interpretación de los actores, tenemos la opción de ver el contenido en versión original con subtítulos.
En el doblaje, las voces originales son reemplazadas por las voces de los actores de doblaje en otra lengua distinta a la original de la producción audiovisual, y en la subtitulación se incorpora un texto traducido que aparece en la pantalla de forma simultánea al diálogo en idioma original.
El trabajo de los buenos servicios de traducción consiste en realizar una traducción de calidad que sea lo más fiel posible al diálogo original y que además vaya acorde con la imagen. En el caso de la subtitulación con la preparación de un guion que se adapte de la mejor forma posible al original del producto audiovisual que se traduce, mientras que en la subtitulación se propone un mensaje que sea claro, conciso y natural para que coincida con el diálogo original.
La importancia de una buena traducción audiovisual
En una producción audiovisual es muy importante contar con un buen servicio de traducción que cuente con traductores especializados en traducción audiovisual, si lo que se pretende es llegar de la mejor manera posible al público al que va destinada.
Tanto en el doblaje como en la subtitulación, el traductor, además de conocer el idioma, tiene que dominar aspectos como la sociedad y la cultura, tanto del idioma original como del idioma meta, con el fin de adaptar los contextos de la mejor forma posible. Además el diálogo traducido debe mantener una coherencia total con lo que expresan las imágenes.
La traducción audiovisual es, en definitiva, un trabajo complejo y muy completo. Conlleva tener en cuenta los numerosos detalles que ya hemos mencionado anteriormente, sin olvidar la cantidad de chistes, frases hechas o juegos de palabras del idioma original, que en el idioma de destino no tienen sentido si se traducen literalmente, y para las que hay que buscar alternativas que salven las diferencias culturales. Todo ello con el fin de lograr una traducción de calidad con la que el público a quien va destinada pueda sentirse identificado.